El estado emocional y el estado de ánimo son dos conceptos muy similares. El estado de ánimo es una actitud o disposición en la vida emocional de una persona. No se trata de una situación emocional transitoria. Es un estado, una forma de permanecer cuya duración es prolongada e indefinida.
Se puede lograr diferenciarlo de las emociones porque se trata de algo mucho menos específico, menos intenso, más duradero y no es activado por un detonante como cierto estímulo o evento.
Un estado de ánimo suele tener un valor, o lo que es lo mismo, suele hablar de estado de ánimo positivo o negativo, bueno o malo, por ejemplo, contento o triste.
A diferencia de las emociones, como el miedo o la felicidad, un estado de ánimo puede durar horas e incluso días. Cuando este valor se mantiene constante o incluso se desarrolla con el tiempo se suele hablar de un humor dominante o estado fundamental del ánimo.
El estado de ánimo de una persona suele sufrir oscilaciones a lo largo del tiempo. Cuando esto sucede dentro de unos límites determinados que no generan dificultades a la persona se denomina eutima. En cambio, cuando el estado de ánimo es anormalmente bajo por un tiempo muy prolongado se llama depresión. Al contrario de la depresión está la hipomanía.
El coaching utiliza las emociones y el estado de ánimo para entrenar la inteligencia emocional de una pareja.
La idea es totalmente sencilla: si cuando tenemos un problema de salud acudimos al médico o cuando queremos mejorar la salud física vamos al gimnasio ¿Por qué no acudir a una sesión de coaching para entrenar la mente y las emociones?
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