Todos los días nos enfrentamos con nuevas expectativas. Vale decir que nos topamos, directa o indirectamente, con múltiples exigencias que abarcan serios problemas, angustiantes, miedos y nuevas oportunidades que explorar. En tal sentido, el coaching juega un rol fundamental en los procesos vitales del individuo.
Ciertamente, cada día tenemos una nueva oportunidad de crecer, de ser mejores, de tratar de capitalizar las oportunidades que se nos ofrecen con la finalidad de ampliar nuestro potencial humano.
También, es verdad que demasiadas veces no sabemos cómo lidiar con estas situaciones, es decir, evidenciar un grado considerable de insatisfacción con lo que hacemos, sin tener herramientas para manejar las críticas, la falta de autoestima o la intolerancia, entre otros aspectos.
El perfeccionismo excesivo y muchas veces el no saber o poder controlar las emociones, nos alerta sobre la falta de comunicación con nuestro interior y así descubrir el origen de nuestros bloqueos.
Se trata de vivir a plenitud y sin bloqueos:
Por todo ello, el coaching es una herramienta que permite, indudablemente, gestionar los cambios necesarios con respecto a las actitudes que se toman o se eligen en una determinada situación.
Para iniciar estos procesos de cambio y revisión de conductas hemos de considerar, entonces, los procesos de comunicación, la forma de pensar y el conocimiento relativo a diferentes situaciones que pudieran hacerse visibles en cualquier momento.
El coaching se enfoca en todo aquello que, de alguna manera, afecta a la persona como individuos ya sean las decisiones eligen, el establecimiento de objetivos y todo aquello que pudiera entorpecer sus metas.
Estimular la reflexión y la lucidez:
Utilizando diversos caminos de exploración y de análisis, el coaching ha devenido en una práctica profesional, cuya finalidad es estimular la reflexión a través de preguntas, las cuales ayudan a generar acciones efectivas y responsables hacia el cumplimiento de objetivos factibles.
La función principal de las preguntas es visibilizar situaciones o nuevas posibilidades que los clientes no son capaces de entender desde su punto de vista.
A través del coaching, la persona recibe ayuda y orientación para procurar un notable cambio en su vida. Se trata, en suma, de hallar una forma de vida deseada, atendiendo a los diferentes aspectos que la conforman.
Un contacto con las emociones más profundas:
Es evidente que, para entender qué es lo que está afectando a las personas y, por tanto, definir de manera correcta y coherente sus objetivos, el mismo cliente debe aprender a conocerse y verse a sí mismo desde un ángulo completamente objetivo e imparcial.
Es por esto que, el coaching pretende que el individuo se conecte con sus emociones más profundas y más íntimas. La idea principal es que se establezca un proceso mediante el cual se realice una conexión abierta con la esencia.
El coaching nos ayuda a enfocarnos en lo que ya tenemos, en lo que ya funciona y en lo que queremos cambiar. La vieja, pero tan cierta premisa de Sócrates, “conócete a ti mismo”, es el primer paso para el cambio y, sin duda, una vía para alcanzar un satisfactorio crecimiento personal y en las relaciones que nos rodean.
¿Te interesa saber más sobre los procesos de coaching?
En la Escuela de Coaching de Relaciones contamos con un espacio donde aprenderás a ser coach de relaciones y atravesarás tu propio camino de transformación interna.
Actualmente, contamos con una especialización certificada por la International Coaching Federation para estudios continuos (CCE). Se trata de una especialización abierta para toda la comunidad hispana, es tu oportunidad de ser un coach profesional de relaciones afectivas.
Seguinos en nuestras redes sociales para obtener más información y no perderte ninguna novedad: Facebook, Instagram y YouTube.
Si te gustó esta nota, seguí leyendo: ¿Cómo debe llevarse a cabo el proceso del coaching para alcanzar el objetivo?