Un profesional del coaching de relaciones debe tener la capacidad de escuchar. Además, una de sus características esenciales deberá ser saber distinguir entre oir y escuchar.
Escuchar no es solo oír lo que otra persona dice, sino también comprender lo que está expresando y ver como lo demuestra con su cuerpo. En el caso de que omitamos estos factores, es posible que sintamos que nos está faltando mucha información acerca de lo que la otra personas nos está contando.
¿Cómo escucha un profesional del coaching de relaciones?
El trabajo primordial de un coach es recibir lo que otra persona le está transmitiendo, procesarlo y utilizarlo como material de trabajo para el resto de las sesiones.
Generalmente, para entender lo que es la escucha activa del coach, es necesario explicar esta acción en varias partes.
El primer paso que se debe tener en cuenta en las sesiones de coaching de relaciones es recibir. Como mencionamos antes, la escucha activa no es solo oír a la otra persona, sino procesar la información que está te está dando. Aceptar esta información sin juzgar, es una de las partes más importantes del proceso.
Como segundo paso para la escucha activa debemos tener presente que el cliente o coachee, como se conoce en el mundo del coaching de relaciones, es una persona independiente y autónoma que se encuentra en el medio de un proceso de comunicación. Es fundamental que consideres que la situación que está intentando comunicarte no es nada fácil para él, tal vez, este coachee, no cuenta con los mismos recursos que nosotros para resolver sus obstáculos.
Por último, es de vital importancia que no pierdas ni un atisbo de la información que, el cliente, te está brindando. El lenguaje con el que se expresa, su cuerpo, sus movimientos, la postura que adopta, el tono de voz que utiliza, el mensaje que intenta dar y los gestos con los que intenta ilustrarnos son algunos de los factores importantes que pueden ayudarnos a sacar el mayor jugo posible de la conversación.
¿Cómo aprender la escucha activa?
El desarrollo de la escucha, la empatía y el autoconocimiento son primordiales para comenzar tus primeros pasos en el mundo del coaching de relaciones.
Claro que estos tres pilares pueden entrenarse todo lo que uno quiera y esto nos hará desarrollarnos cada vez más en el coaching de relaciones. Sin embargo, es necesario saber que cada persona que desea convertirse en un profesional, comienza desde un punto distinto. Nuestras experiencias e historias son fundamentales en la creación de nuestras manera de afrontar la escucha. Es exactamente por esto que, un factor muy influyente, es conocernos a nosotros mismos antes de comenzar a escuchar a otros.
Ser un profesional del coaching de relaciones implica un autoconocimiento profundo
Lograr el autoconocimiento es uno de los primeros retos que tenemos que plantearnos como coaches.
Únicamente conociéndonos mejor a nosotros mismos, tendremos la capacidad de establecer cuáles son los aspectos de nuestra escucha que debemos perfeccionar y cuales son aquellos en los que ya nos destacamos.
Sabemos que muchos creen que lograr el autoconocimiento profundo es una tarea realmente difícil. Pero nunca olvides que nadie, más que vos mismo, tiene más información sobre ti.
Sin embargo, conocerte bien, puede ayudarte a que tu escucha sea mucho mejor y puedas utilizarla con personas que la necesiten.
¿Te interesa obtener más información sobre el coaching de relaciones?
En la Escuela de coaching de Relaciones estamos abriendo las inscripciones para todos los que quieran adentrarse en esta gran disciplina.
Seguinos en nuestras redes sociales, Facebook, Instagram y YouTube. No te pierdas de ninguna novedad.